Anoche mi hijo decidió recordar sus buenos tiempos, apenas tiene poco más de una año pero parece que ya le dan nostalgia sus primeros días. Explico: entre los dos y los cuatro meses entre los hábitos que tenía Emiliano estaba despertar entre las cuatro y las cinco de la mañana ( a veces a las tres ), en ese momento declaraba que el día había iniciado y era necesario jugar con él y entretenerlo. Cuando empezaban a asomar los primeros rayos de luz exigía salir a la calle a pasear. Ahí nos tienen a mí o a su mamá, o a los dos juntos, empujándolo en la carreola a las seis de la mañana por la Quinta Avenida de Playa del Carmen. Hoy decidió que iba a hacer lo mismo, desde las cuatro de la mañana despertó para jugar y a las seis quería salir. Afortunadamente pudimos dormirlo de nuevo.
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