martes, 20 de septiembre de 2011

¿Acapulco en la azotea?

Una de las desventajas de vivir en la mejor playa del mundo es que no se puede disfrutar de la playa con todas las de la ley, es decir, registrarse en un hotel, tirarse en un camastro y beber todo el día con sus intervalos regulares de nado libre. Pero ahora encontramos la excepción de la regla, mi suegra tenía un tiempo compartido y se podía pedir un intercambio en uno de los resorts que están a unos minutos de Playa del Carmen. El resultado ha sido que aunque vengo a trabajar, por la tarde llego al hotel y disfruto en grande, además de que como es temporada baja, todo está prácticamente vacío.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Me da otro kilo


Estoy en una disyuntiva entre dejar de comer, hacer ejercicio o empezar a comprarme pantalones más grandes. Tengo 34 años, así que es cada vez más difícil mantenerse en buena forma. A los 20, recuerdo que podía subir corriendo el parque del Pedregal y regresar a jugar básquetbol por dos horas más, sin ningún problema. Las cosas cambian, el año pasado con dificultades pude saltar una barda después de haber olvidado las llaves adentro de mi casa.

Volviendo al problema, creo que empezar a comprar pantalones más grandes me introduciría a una dinámica de aumento de peso indefinido, una vez que se hace ya no hay ninguna clase de límite, es como la primera vez que alguien se pasa un alto, salirte con la tuya provoca que vuelvas a hacerlo. Al final estaría pesando 140 kilos y comprando mis pantalones por catálogo porque ya no encuentro en las tiendas.

Por otro lado comer sano no es una opción. Debo reconocer que desde que salí de casa de mis padres como más verduras y frutas que antes, en el entendido de que si no me preocupo yo nadie más se va a preocupar (bueno, mi esposa sí pero no es como mi madre que me obligaba). Aún así siento que tengo un déficit de productos del campo en mi alimentación y además me encantan las bebidas azucaradas, es imposible para mí tomar agua sola. Haré algo al respecto.

El asunto del gimnasio lo he tenido en mente ya por varios meses. En una ocasión lo hice con aceptables resultados pero el gimnasio me quedaba en la esquina de mi casa. Lo que más me cuesta trabajo y más me da flojera es el traslado. Quizá una vez que pague no tendré opción mas que ir. Ya veremos.